Era de noche. Había un castillo. Se abre la puerta, sale un vampiro. Coge un cuchillo, unta mantequillas, unta mermelada y se hace una tostada.
Este es «el cuento del vampiro» Es muy cortito pero, nos encanta porque cuando nos lo cuentan, las seños lo hacen con una vooooooz misteriosaaaa!!!! Y nos asusta y nos reímos. Todo a la vez. Pues con esta excusa, hemos preparado nuestras tostadas, les hemos puesto mantequilla y mermelada. Y a comer!!!! Estaban muy ricas, ricas.
Y qué buenas estaban!!!!
¡Pero, qué ricas esas tostadas de mantequilla y mermelada!