Los huevos de Pascua son los protagonistas de las Semanas Santas de los niños. Muchas familias durante los días de las vacaciones realizan la decoración de los huevos con sus hijos (cada miembro de la familia debe decorar su huevo) y el domingo de Pascua se esconden y hay que organizar una entretenida búsqueda por casa. Se acostumbra a darle un premio a aquel que encuentre más.
Hoy en día, además de los huevos, se elaboran conejitos de chocolate que también se regalan el domingo de Pascua.
En «Cardelina» decidimos «adaptar» la forma de celebrar esta tradición y pedimos a las familias que decoraran uno o varios huevos que tuvimos expuestos en dos rincones que colocamos en las dos plantas de la escuela. Las profes y las monitoras de comedor también decoramos nuestro huevo.
Por supuesto, no podían faltar los huevos dedicados a nuestras mascotas: Peca, Lino, Tomás, Julia y Bárbara.
El viernes 23 de marzo, cuando llegamos a la escuela, vimos por los pasillos y las escaleras unas huellas un tanto sospechosas, parecidas a las de un conejo. También nos dimos cuenta que algunos huevos habían desaparecido. En los días posteriores iban desapareciendo más y más huevos. El miércoles 28 de marzo todos los huevos habían desaparecido, el conejo que rondaba por la escuela los había escondido y decidimos que había que buscarlos. Todos los niños buscaron por todos los rincones de las clases y cuando los encontraron, la profe les dio unos huevos de chocolate que nos había dejado el conejito en sus «divertidas» visitas a la escuela.
Los niños se lo han pasado genial con esta actividad, realizando el huevo, enseñándoselo a sus compañeros, se enfadaban cuando desaparecían los huevos…
Desde el centro queremos agradecer a las familias su colaboración en esta actividad.