Ahora, ya somos más mayores y esperamos con ansia el día que nos toca bajar a clase de psicomotricidad.
¡Nos encanta!
Las profes, nos habían preparado toda la sala llena de cajas vacías, no nos lo creíamos, cajas solo para nosotros. ¡Qué sorpresa!
Pudimos escondernos, pasar a través de ellas, meternos dentro, apilarlas haciendo torres, tirarlas, arrastrarlas, ponérnoslas en la cabeza, sentarnos dentro y observar a los demás de una forma relajada… Hicimos infinidad de cosas.
Solo esperamos que podamos repetirlo otra vez!!!!!