¡Qué actividad más divertida nos propusieron hace unos días nuestras profes de 1-2 años!
De repente, se quedó la clase a oscuras y, se encendieron un montón de lucecitas de colores y… ¡ohhh, qué bonito!
Mirábamos sorprendidos la cantidad de luces y cómo se movían por toda la clase.
Todo ello, ¡con una música que nos hacía bailar y movernos mucho!
Jugar con luces en edades tempranas tiene múltiples beneficios:
- Estimula la curiosidad
- Potencia la creatividad
- Mejora la concentración
- Favorece el aprendizaje
- Aporta tranquilidad
¡Nos encanta que nos propongan juegos nuevos y divertidos!