En febrero Esther, Vane y Bego nos prepararon en el pasillo de bebés un rincón musical.
Allí salíamos un ratito cada clase y nos lo pasábamos «pipa».
Nos encantaba tocar el piano, el xilófono, la trompeta, los platillos…y los tocábamos muy bien.
Aunque después de tocar, antes de irnos a clase, las «profes» pedían perdón a los bebés….no sé por qué lo harían….
Qué bonita es la música!! Y muy divertida!!!