Los espejos son una herramienta de juego muy importante en los dos primeros años de edad. Gracias a ellos podemos estimular y conseguir que el niño, consiga un desarrollo básico en el conocimiento de uno mismo.
De momento, Aren no asocia la imagen con él mismo aunque comienza a interactuar con ella.
Poco a poco irá descubriendo quién se esconde detrás del espejo.