A los niños mayores nos gusta mucho tocar las cosas, según las seños, así desarrollamos el sentido del tacto.
Bueno, pues un día, nos prepararon gelatina rosa y gelatina amarilla para que pudiéramos tocarla y si nos apetecía, también comerla.
Al principio nos daba como un poco de cosa, pero luego…., luego estuvo genial.
A algunos no nos gustó mucho, otros disfrutamos tanto, tanto que se nos pasó muy rápido el tiempo.
Qué guay sería meter las manos ahí!!!
!Ya te digo… ji!